Como inmigrante de El Salvador a los Estados Unidos, he celebrado muchas Navidades con mi familia de la manera correcta y de la manera incorrecta. Cuando era niña, crecà muy confundida acerca de esta festividad especÃfica que es la Navidad y estoy bastante segura de que hay tantos niños que también están confundidos. Mi confusión fue seguida por preguntas y no seguida por respuestas directas, solamente respuestas vagas. Al crecer con mi tÃa y su esposo (ambos no cristianos) también celebraron la Navidad de la forma en que se les enseñó, que era seguir una tradición sin ningún propósito profundo en la festividad. Nos daban regalos durante la Navidad, pero la confusión estaba presente todos los años "¿Este regalo vino de Jesús o de Santa Claus"? por lo que les resultó difÃcil dar una respuesta directa.
Incluso hoy en dÃa veo a muchos padres mentirles a sus hijos al permitirles escribir cartas a Santa Claus y estoy hablando de padres cristianos. Todo parece lindo, pero al final del dÃa, los padres les mienten a sus hijos y les quitan el enfoque que es el nacimiento de nuestro Salvador Jesucristo.
Hoy en dÃa la Navidad es un momento muy especial en nuestro hogar, es un momento para hacer una pausa, relajarnos y concentrarnos en lo bueno. Durante los últimos 15 años, nuestra tradición ha sido asistir al servicio de Nochebuena en nuestra iglesia, nos vestimos bien para esta ocasión, regresamos a casa, nos ponemos las pijamas, comemos unos tamales para la cena y nos recostamos en el sofá para mirar pelÃculas navideñas hasta la medianoche. ¡Uy una cosa más! también leemos las Escrituras de la Biblia a la medianoche y abrimos regalos. Muy simple, ¿por qué intentar hacerlo tan complicado? Este es un momento para que el tiempo se detenga y disfrute de su familia, que es el otro regalo que el Señor nos ha dado.
Durante los años en que mis hijos eran pequeños, tratamos de enseñarles que la Navidad no se trataba de ellos sino de Jesús y a veces a mis hijos les preguntaban si tenÃan su lista de deseos (regalos de Navidad) y la respuesta siempre fue NO. Pero comprábamos regalos para Jesús que a veces consistÃan en llevar un artÃculo tangible a la iglesia para la guarderÃa, por ejemplo: juguetes, mantas, pañales o toallitas húmedas para bebés. Mis hijos siempre estaban emocionados de traer un regalo a Jesús.
Mientras escribo esta publicación para el blog, debo admitir que Dios ha sido bueno con nosotros a pesar de todo lo que sucede con el Covid-19 y sus restricciones. Mi esposo y yo hemos tratado de mantenernos seguros y eso significa seguir las pautas que nos ha dado el estado de California. Lo que nos ha sido probado esta semana es que no importa qué pautas sigamos porque al final del dÃa estamos bajo el control de Dios. Mi esposo salió positivo en la prueba del Covid-19 este lunes (12-14-20) y afortunadamente mis hijos y yo salimos negativos. Tengo tanto porque estar agradecida y una de ellas es que estoy bien y puedo servir a mi familia. TenÃa tantos planes para esta semana, un elemento en mi lista de tareas pendientes era llevar comida a un par de familias de nuestra iglesia que también dieron positivo, pero el Señor dijo NO, ahora es el momento de servir a tu familia. Asà que este año con el virus o sin virus, mi familia ha decidido regocijarse en el Señor y aún tener un corazón contento hacia Él porque Él siempre es misericordioso.
Proverbios 31:20-21
Alarga su mano al pobre, Y extiende sus manos al menesteroso.
21 No tiene temor de la nieve por su familia, Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.
Jesús se dio a sà mismo por nosotros hace muchos años y ese es el regalo más grande que se le ha dado a la humanidad, pero también hay otro regalo que se nos ha dado a las madres y es la capacidad de servir a nuestra familia. Dios en Su soberanÃa conoce las necesidades de cada hogar y aunque mi esposo es el proveedor de este hogar, mi Señor ha dejado en claro que ahora debo ser yo quien cuide de mi familia. Hay tantos héroes por ahà (es decir, las enfermeras y todas las personas al frente), pero también estoy agradecida por cada ama de casa que está tratando de descubrir cómo combatir este virus y servir a su familia. Tenemos que mantenernos unidos y sacrificarse el uno por el otro porque para eso es la familia.
Lucas 2:9-14
Y he aquÃ, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.
10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquà os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:
11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.
13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decÃan:
14 !!Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
Celebramos la Navidad pensando en el regalo como el niño Jesús, pero el regalo no termina ahÃ, termina con Su Crucifixión, Su Sepultura y Su Resurrección. Sin el sacrificio de Jesús, no habrÃa regalo, que es el regalo de la vida eterna junto a Él.
Juan 19:30
Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espÃritu.
Conclusión: Si aún tiene hijos pequeños, no dude en compartir las Buenas Nuevas a ellos, enseñándoles que es Jesucristo nuestro Salvador.
*Por favor deje un comentario si esta lección ha sido de bendición a su vida.
He agregado algunos versÃculos a continuación para aquellos que no están seguros si el cielo es su futuro hogar. Por favor, comparta conmigo si acepta al Señor Jesucristo como su Salvador a través de esta publicación. ¡Con gusto me alegraré con usted!
9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
11 Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
12 Porque no hay diferencia entre judÃo y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan;
13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Romanos 10:9–13